Todos lo conocemos, y es que desde que se hizo famoso al protagonizar la película “Buscando a Nemo”, este pez es el favorito de los más pequeños. Se trata de un pez marino tropical, esto es, de agua salada y caliente, ya que su hábitat natural y de donde procede son las aguas del Pacífico. Tienen una piel muy característica, de tonalidades naranjas con unas franjas verticales, generalmente tres, de color blanco bordeadas en negro.
cuidados[]
Es un pez muy fácil de criar, que no requiere demasiados cuidados especiales. Se alimentan de la misma manera que la mayoría de los peces, a base de plancton, plantas y comida deshidratada. Son unos peces muy pacíficos que pueden convivir con otras especies y no suelen generar problemas.
La única cosa que deberíamos tener en cuenta a la hora de comprar nuestro pez payaso, es que esta especie suele vivir en relación con las anémonas de mar. Esto quiere decir que las anémonas son como sus protectoras, le consiguen comida y le protegen de los peces más grandes. Por ello no vendría mal tener una en tu pecera que acompañe al pequeño pez payaso. Aún así, son capaces de sobrevivir sin ellas así que no es algo de primera necesidad, además de que las anémonas son algo difíciles de mantener.
Reproducción[]
Si por algo se caracteriza este pez, es por su facilidad de reproducción en un acuario. Para que esto suceda si que es imprescindible tener una anémona, ya que será donde la hembra deposite los huevos para que esta los proteja hasta su eclosión. El proceso de incubación dura aproximadamente entre 8 y 9 días, y durante esta etapa podría decirse que es el único momento en que el pez payaso se puede volver un poco agresivo, siempre para proteger a sus crías de intrusos.
Un dato curioso de estos peces es que cuando la hembra muere, el macho dominante cambia de sexo pasando a convertirse en hembra, y otro pez macho sube de rango y se convierte en su ‘pareja’.